20 de diciembre: cansada!

He trabajado mucho en mi casa. Mi carro está en el taller desde ayer y será hasta el jueves por la mañana cuando me lo entreguen, dicen. Lo bueno es que no tenía necesidad de salir al súper o algún otro lado. Por lo mismo, toda la actividad ha sido al interior: desde limpiar el piso a conciencia, levantando todo para sacar la basurita que no sé de dónde sale, limpiar la persiana y los muebles (escasos, pero hay) y luego terminar la operación ordenar.

La mesa ya está despejada, los triques que tenía en la oficina ya encontraron acomodo, y hasta puse tres adornos navideños! Y por la tarde me puse a preparar el pan de fruta seca con la fruta macerada desde ayer. Ya está horneado pero habrá que esperar a mañana para partirlo, porque hay que dar tiempo a que se impregne del ron de las frutas!

Mientras preparaba mi comida (esta vez en serio) subí y bajé de las sillas buscando pan molido. No había, pero me llevó un rato buscar en los diferentes espacios donde se me puede ocurrir guardar cosas de la cocina. Terminé moliendo galletas para poder empanizar las milanesas, pero comí muy bien. El asunto es que he hecho mucho ejercicio subiendo y bajando,cargando, limpiando, etc.

Ahora a dormir. Mañana ya podré dedicarme a asuntos menos movidos.

 

19 de diciembre: largo el día pero muy entretenido

Largo y muuuuy frío. Mis pies están helado a pesar del doble calcetín y las cobijas encima. También está húmedo y amenaza con llover. Se supone que así serán los próximos dos días y que luego tendremos sol y calorcito? Hasta no ver (y sentir) no creeré nada! Mientras lo único sensato es planchar, cocinar, hacer ejercicio aunque sea bailando, pero no estar quieta porque me congelo!

He disfrutado mucho este par de días. Ayer por la mañana asistí a la última misa del año en la universidad. El padre Agustín me preguntó el viernes que si iba a asistir, porque habría pastorela. Hubo poca gente pero entre una cosa y otra estuvo divertido y me permitió saludar gente que hacía rato no veía. Lo triste fue ver al padre Agustín tan delgado y desmejorado, haciendo esfuerzos enormes para llevar a cabo la misa.

Al regresar a casa el plan era preparar algo para comer, ir a la lavandería y luego ver alguna película. Pero al entrar al Facebook vi que el concierto navideño de la Sinfónica Juvenil de Tijuana (el último del año) daría inicio a las 6 P.M., de manera que tenía tiempo para ir a COSTCO, comprar algunas cosas y luego ir al concierto. Acabé comiendo dátiles y luego un capuchino, ya en el CECUT.

Fue una excelente experiencia. Muchos ex alumnos de la prepa, algunos de los cuales ahora son mis amigos, estaban ahí. Y Judith, claro, al igual que Arturo, porque sus hijos están en el grupo de músicos. Me gustó mucho ver a Javier Gómez, otro de mis ex alumnos de la prepa, como solista en Typewriter. El fin de fiesta, con la Polka Tritsch Tratsch, estuvo de lo más divertido. Un excelente trabajo el que hacen estos jóvenes.

Y de regreso a casa, casi a las 9 P.M., me encontré con la novedad de que no había electricidad en toda la zona! Lo bueno es que tengo muchas velas, regalo de mis amigas. Seguramente el servicio se restableció en la madrugada porque amanecimos con todo en orden. Pero me levanté tarde.

El día de hoy se ha ido entre cumplir con los pendientes que tenía para ayer, llevar el carro al taller (y allá sigue), y caminar por todo el mercadito de los lunes que se pone a dos cuadras de mi depa. Compré fresas y un poco de chicharrón. Me sorprendió la diferencia de los precios de las verduras, comparadas con los de la Comer!! Pero lo que abunda son la ropa y los objetos de segunda.

Y claro, la comida se transformó en unos tacos de chicharrón al estilo ¿El Tizoncito? o algo así, en el D.F. El puro antojo! Luego, el frío hizo que me decidiera a cocinar. Comencé por poner a macerar en ron fruta seca picada, para hacer un pan de fruta mañana. Y luego cociné la mermelada de frambuesa que tenía en maceración y lavé las fresas. Todo listo para un rico desayuno mañana!

El frío no se me quita, así que he estado en la cama bien cubierta mientras conversaba con Mario y luego con Alejandra y Celeste. Con las niñas iré al Chiltepinos por unas alitas de pollo, el jueves. Y ya comenzó a llover, así que será hora de ponerme la pijama y prepararme para dormir.

 

 

17 de diciembre: primer día de vacaciones

Pero trabajé mucho. Primero fui al banco y a poner en orden las cuentas de la Bartola y algo más, pero ya no tengo qué preocuparme por los pagos de este mes, excepto por la renta que todavía no es momento. Y luego fui a la oficina por los últimos libros, que cupieron en una caja y dos bolsas. Y en alguna parte quedó mi taza negra que me regaló el padre Lorenzo. Tengo que reclamarla y pedir que me la guarden.

Cargar las cajas al carro y del carro al departamento me cansó, por supuesto. Pero todavía no necesito de bules pa’ nadar, como diría mi padre. Lo más latoso, sin embargo, es intentar poner orden con tantas cosas que traje: seis cajas de libros, revistas y materiales diversos más las tazas que me regalaron mis alumnos y los muchos objetos que crean mi ambiente. Inevitablemente, y afortunadamente, al hacer espacio fui encontrando papeles inservibles que había ido acumulando (y polvo también), revistas que por alguna razón guardé y que no necesito, etc. Ahora lo que tengo es mucha basura!

Seguramente mañana por la tarde podré despejar completamente la mesa y el sofá, y entonces podré invitar a mis amigas a tomar un café, por lo menos. Y no es que tenga tanto espacio, es que bajo el escritorio que nunca utilizo caben perfectamente cuatro de las cajas. El resto de los libros encontró lugar en los espacios que liberé o reorganicé. Falta que me decida a poner orden en mi closet y en la despensa. Montones de espacios desaprovechados.

Y bueno, lo que seguía era comer, volver a comer y subirme a la cama a tomarme un buen té mientras me entretengo en las redes. Y ya me volvió a dar hambre!

 

16 de diciembre: terminado!

Comencé a trabajar como docente en septiembre de 1972. Como maestra de matemáticas con chiquitos de primero de secundaria, en el DF, me di cuenta de que lo que me apasiona es la docencia. Y descubrí los problemas que tenían para aprender y fui indagando su origen, lo que me inició en la investigación en educación matemática y me llevó a formarme en esa área: primero la maestría y luego el doctorado en didáctica de matemáticas.

Diez años me dediqué formalmente a eso de la investigación pero me alejé de los alumnos, dedicada más a la formación de los profesores. Entonces comencé como docente en el Tec de Mty. impartiendo diferentes cursos en las licenciaturas, trabajando sobre temas de evaluación y continuando con formación de profesores en temas de didáctica al mismo tiempo que me incorporaba a las labores administrativas que nunca me han gustado.

Catorce años después llegué a la Ibero Tijuana y me incorporé, de nuevo como docente, en el bachillerato y la universidad. Disfruté mucho trabajando con los jóvenes y aprendí mucho de ellos. Con ellos me fui involucrando en el uso de los recursos tecnológicos en la educación. Pero se les ocurrió incorporarme a la administración y gradualmente me volví a a alejar de lo que más me gusta. Pocos cursos y mucho rollo administrativo que no me produce ninguna satisfacción y sí mucho estrés.

Hoy terminan siete años de trabajo y no lo lamento. Con mis alumnos seguiré en contacto y saben que pueden contar conmigo si me necesitan. Con muchas personas  de las diferentes áreas de trabajo mantengo excelente relaciones y seguiremos cultivándolas, aun a la distancia. Con los que nunca tuve más relación que la de trabajo, pues no se pierde nada.

En total son poco más de 39 años de trabajo en alguna institución educativa y en diferentes niveles. Muchos alumnos, muchos profesores, muchos amigos y unos cuantos que agradecen mi ausencia. Como tiene que ser. Y no cambiaría nada de lo que he hecho o dicho. Casi todas mis pertenencias están ya en mi depa. Me falta una caja de libros que recogeré mañana. Y a disfrutar de las vacaciones y de las ventajas de poder planear mi futuro sin ataduras.

Ah! Claro! Tengo que poner orden en mi departamento!! Pero eso será en los próximos días. Por ahora, a dormir en santa paz!

 

 

 

15 de diciembre: quedan como 20 horas!

Para que nos vayamos de vacaciones. Aunque al terminar ese período ya no regresaré a trabajar a la universidad. Lo que sigue lo decidiré en enero, cuando todos los tiempos del proceso estén claros y pueda hacer un plan. Ahorita sería como bordar en un tejido lleno de hoyos! Nadie tiene prisa, que yo sepa.

Hoy disfruté mucho la graduación, tanto la misa como el acto académico. De mis alumnos de ingeniería se graduaron Bernardo, Angélica, Miguel, Irwin y Deborah. De mis amigos, que conocí como alumnos en la prepa, se graduó Susana como arquitecta.

Muchos buenos recuerdos:

Susana fue parte del primer equipo de alumnos de la prepa que llevé a UCSD a concursar en el Honors Math Contest. Ganaron el segundo lugar en su categoría a pesar de ser una competencia totalmente en inglés, de tener que salir de TJ a SD a las 5:30 de la mañana para llegar a registrarnos a tiempo, sin desayunar, etc. El resto de ese equipo se dispersó en diferentes universidades y han tenido desempeños muy notables.

Deborah y Angélica fueron mis alumnas en Cálculo, en la universidad. En primer semestre el grupo casi se nos desbarataba por problemas de emocionalidad y de rechazo al trato de algunos profesores. Hasta un viaje a Legoland hicimos como parte de las actividades de integración! Al final Omar regreso a Sonora (ahora estudia en Francia), Gina Mónica entró a trabajar y dejó la escuela, Alberto se graduó el semestre pasado y nos quedan Pepi y Lulú, quienes seguramente se graduarán en primavera 2012.

Miguel también fue mi alumno en Cálculo, pero no le tocaron las aventuras. Muy serio y dedicado aunque listo para participr de las actividades de la clase con entusiasmo y buen humor.

Bernardo e Irwin fueron mis alumnos en el primer curso propedéutico que organizamos en la universidad. Excelente grupo!!  Luego siguieron conmigo en Cálculo I y ahí fuimos perdiendo a algunos de los integrantes. Algunos siguen aunque a un ritmo diferente. En Cálculo III los volví a encontrar como consecuencia de que su profesora abandonó el curso; hubo que comenzar casi desde cero pero con muy pocas semanas antes del fin del semestre. Horas extras y trabajo intenso a pesar de que algunos de los alumnos ya estaban trabajando. Pero lo lograron. A cambio de una décima en el último examen aceptaron ponerse faldas! Una puntada que surgió como broma pero que decidieron materializar. No lo necesitaban, la verdad.

Bernardo se fue con su banda (Valium Radio) un rato al D.F., pero regresó para terminar la carrera. Irwin se fue de intercambio a España, y se quedó un año completo. Por eso de esa generación hoy se graduaron solamente ellos. Los demás lo hicieron hace un año y nos queda uno. Grandes conversaciones en mi oficina o en Facebook con Bernardo, a mitad de alguno de sus exámenes o a propósito de discrepancias con sus profes; muy brillante, hace como un año que se desempeña como ingeniero con mucho éxito a pesar de seguir estudiando.

Hoy conocí a las familias de algunos, y felicité con mucho cariño a Rita, la mamá de Irwin, quien es una de mis amigas de Servicios Generales que ayer me festejaron. Un logro enorme para una mujer que trabaja mucho para sacar adelante a sus dos hijos.

La tarde la dediqué a algo impensable: llenar un PREPLA (planeación presupuestal) para mostrarle a la Morra cómo se llena. A mi no me toca hacerlo, realmente, porque depende de los proyectos que se vayan a desarrollar en el futuro, y esos dependen de quién se haga cargo de la coordinación que dejo (se me hace que así es como funciona la planeación de este país, sin continuidad y dependiendo de las “habilidades” y disposición del que ocupa el puesto) pero ella cree que puede hacerse cargo de las dos coordinaciones, o al menos eso le dijeron y lo aceptó.  Se verá en el camino.

Por lo pronto ya solamente queda el día de mañana para cerrar todo y traerme lo que queda. Tenemos también el festejo de cumpleaños de Saúl, de Servicios Generales. Y una comida de la DGSEU. Y claro, recoger mi finiquito  :=)  Después, seré libre como un pájaro.

14 de diciembre: qué maravilla de día

• El almuerzo al que me invitaron mis amigos/compañeros de Servicios Generales, para despedirme. Unos frijoles charros buenísimos que preparó la Sra. Julia; un champurrado excelente hecho por Fátima, quien además asistió a pesar de estar incapacitada; y qué decir del bello y sabrosísimo pastel elaborado por Irasema, y lo que cada uno de los demás compañeros compartieron: Rita, Saúl, Joel, Cecilia, Ramiro, Isabel, Juan Manuel, Elvia y, desde el conmutador que no podía dejar desatendido Martha Olivia. Dulce nos trajo tortillas hechas a mano y tinga recién hecha, al modo de ella. Muchas gracias a todos. Muy conmovida por sus palabras. Gente de veras valiosa. Hasta el padre Agustín nos acompaño un ratito. Las fotos, aquí
• La noticia de que por decreto, la recuperación de los fondos del INFONAVIT es automática, por lo que no tendré que recurrir a la demanda que se acostumbraba para ese efecto
• Tener ya en la mano todos los papeles y credenciales que voy a necesitar y saber ahora exactamente a qué oficina tengo que dirigirme en cuanto tenga mi carta de terminación de servicios
• El pago del aguinaldo, con lo que puse al corriente algunas cuentas
• Terminar el reporte del CAE y enviarlo a quien corresponde
• Una clase particular de última hora

Creo que el padre Manuelito si está muy al pendiente desde allá. Y más en su cumpleaños. Gracias!!

13 de diciembre: surgieron contra mi testigos falsos respirando la injusticia (Salmo 27)

No se aplica a mí (por lo menos ahora), eso es cierto, pero me duelen las estupideces (cierto, Sheldon), la prepotencia y las injusticias. Los débiles (mentales?), los que no saben quienes son y andan en busca de reconocimiento hacen lo que sea para sentar sus reales, tope en lo que tope y jódase quien se joda. Lo único que les importa es demostrar que tienen el mando, que pueden pasar/pisar encima de los otros. Exigen obediencia incondicional de los demás porque ellos ya aprendieron a doblarse, y no precisamente con la gracia de los juncos. Triste su caso. Y triste el caso de los que tienen que seguir bajo su “mando” o lo que sea eso.

Cultivando mi jardín me pasé el día haciendo numeritos en el Excel. En alguna parte leí hoy que si uno tortura suficientemente a los datos puede hacerlos “cantar”. Eso estoy haciendo a falta de algo mejor. Pero no todo mundo escuchará la canción completa. Es mi divertimento y la justificación de que me ausente de otras conversaciones, pero nomás. Pa’ lo que sirve, además! Al final las decisiones y las afirmaciones se sacan de la manga sin ningún sustento y con total impunidad. Y con altas dosis de moralina y lecciones de obediencia gratuitas.

De lo bueno: el rompope compartido entre los que son amigos nomás. Y que recogí mi credencial del IFE, por fin, para poder tramitar mañana la del IMSS y tener todo en orden para la siguiente semana en que empezaré a rondar las oficinas del IMSS para ver lo de mis trámites. Se me hace que con tal de no verme (y escucharme) con frecuencia van a dar trámite a todo muy rápidamente.

Eso y la promesa de un pozole que hará Karla, la esposa de mi sobrino Carlos y al que ya estoy más que apuntada. Mi plan del retiro Zen se cambia a uno más activo pero igualmente relajante. Y menos egoísta, creo. Y todavía faltan algunas sorpresas, espero.

También el texto que me compartió Eduardo Estala, de lo que publicará próximamente. Y lo que me compartió Ana Cristina. Y…. Creo que hubo muchas cosas buenas este  día, pero el peso de lo negativo fue grande. Lo bueno es que el karma no perdona. Unos meses más y veremos dónde está cada uno. Hay cosas que mejor no digo porque parecerían maldiciones… y más de una se ha cumplido en el pasado. Dejemos que las cosas ocurran sin que se anuncien y  disfrutémoslas después. El dicho dice: siéntate en la puerta de tu casa a ver pasar el cadáver de tu enemigo. Metafóricamente.

12 de diciembre: nomás lo que aprendí del Profe

Y no puedo ser de otra manera. Ser parte de una corte no se me da, pero fácilmente me uno a los grupos de Ocupados en el mundo; y más ahora  que no tengo nada qué perder y nadie a quién cuidar o proteger. Entre mi naturaleza, manifestada desde que yo soy yo, y lo que he ido adquiriendo en el curso de los años, la verdad es que no encuentro razón para callarme lo que pienso o siento. De repente por no afectar a las dos personas que más quiero en el mundo me detengo en algunas cosas, pero nomás.

Por eso soltar todo no me está costando trabajo. Juanjo Rivaud diría que me había tardado, como cuando supo que ya no estaba en el Tec de Mty. No es lo tuyo, me dijo. Y sin embargo hubo una época en que sí era lo mío por la calidad de las personas con las que trabajaba y el ambiente de trabajo que generaban. Por eso la canción de Julio Iglesias, La vida sigue igual (excepto porque la parte de sufrir por alguien no se me da), me hizo tanto sentido hoy aunque el cantante no me guste en lo absoluto.

Por mi parte ya entregué dos de los compromisos que tenía. Les tocará buscar quién les dé continuidad …o no. Pero eso ya no importa. Algunos detalles tal vez para el par de días que siguen, mientras empaco los libros que quedan (ya tengo las cajas!). Y el apoyo a la Morra para elaborar la evaluación que quiere para la Cátedra Kino, suponiendo que ella deje de dar vueltas como chinampina y se dedique un rato. Lo mismo con Lorena y Hanz: si ellos no se ponen las pilas, entonces no tendremos resultados.

El convivio del día, que siguió a la misa para festejar a Nuestra Señora de Guadalupe y a todas las Lupitas de la comunidad Ibero, fue muy significativo: todos los empleados de intendencia estuvieron presentes, por primera vez! Y ninguna autoridad, fuera de las de la DGSEU. Generalmente nuestros compañeros de Servicios Generales (intendencia) no tienen permiso para participar de los eventos. Ojalá que eso marcara un cambio, pero soy muy escéptica. Una golondrina no hace verano, dicen.

A partir de hoy estaré cumpliendo muy puntualmente con mi horario: ni ganas de llegar antes ni de salir después, y menos con este frío. Hoy heló y además llovió, y se pondrá peor. Y más vale cuidarse si no queremos comenzar el nuevo año con el pié izquierdo. Por eso ya estoy en camita y bien cubierta. Y a dormir!!

 

11 de diciembre: de amigas y antojos

Lo bueno de tener amigas y amigos, verdaderos afectos, es que uno no necesita de otra gente. Fácilmente nos ponemos de acuerdo ya sea para trabajar o para divertirnos, y nadie cuestiona los motivos del otro ni frunce las cejas o hace muecas por las creencias, afiliaciones o lo que sea de los demás. Ayer trabajamos muy a gusto Daniel, Ana y yo, virtualmente, sobre el Encuentro Tijuana; avanzamos y nos reímos mucho. Hoy, con el antiguo Club de Tejido nos reunimos en un restaurante cerca de Rosarito, viendo al mar y conversando y riéndonos  mientras desayunábamos. Magui Saucedo me llevó y me trajo y aprovechamos para conversar de cosas más serias, sin perder el buen humor. Por esos momentos doy gracias.

El día estaba soleado hasta ese momento, pero hacia las 12 mediodía comenzó a nublarse y a enfriar. Sin ganas de quedarme encerrada me fui al Walmart cerca del Hipódromo. Y estuvo muy bien que haya ido. Encontré ahí todo lo que me hacía falta y no había encontrado en la Comer, con la ventaja del estacionamiento seguro y cubierto y las escaleras eléctricas. Mi espalda lo agradeció enormemente.

Y ya en casa me puse a cocinar para comer, a hacer los tamales de elote que le prometí al padre Agustín  y a preparar un atole de guayaba que quedó bastante bueno. Y acabo de merendar. La cocina me relaja mucho, aunque en estos días no he tenido problema alguno para conciliar el sueño. No tengo más pendientes que los que tengo que terminar en esta semana y ninguna razón para andar corriendo.

Comienzo a planear mi fin de año. Está decidido que me iré al Monasterio de Deer Park, en Escondido, a pasar los últimos días del 2011; son cuatro días de meditación entre gente amable, tranquila y con ganas de ayudar a que uno entre en ese estado de tranquilidad. Es lo más saludable que puedo hacer. Ningún deseo de estresarme haciendo lo que no me toca o no me interesa, o irrumpiendo en celebraciones solamente para cumplir. Y cada quien que haga lo que más le plazca.

Una cosa que me sorprende siempre es la confusión que la gente tiene sobre lo que es religión y lo que es cultura. Mañana es la celebración de la Virgen de Guadalupe y más que una fiesta religiosa, que sí es, se trata de algo que está arraigado en la cultura del pueblo mexicano. Lo mismo con la Navidad y las celebraciones de la época: “sí celebramos pero no tiene que ver con el nacimiento de Jesús”; nomás que, para comenzar, la cuenta de los años en nuestra cultura comienza precisamente con ese hecho (un poquito desfasado)! Y toda la cultura occidental está impregnada por el cristianismo de una u otra manera. En fin, a mí no me toca ilustrar a nadie al respecto (ni en otros aspectos).

Mañana también es el aniversario de mi padre: cumpliría 99 años. Y sí lo extraño de muchas maneras, y estoy segura que él lo sabe. No es necesario una fecha especial para recordarlo porque está presente en cada uno de mis actos y en cada uno de mis pensamientos. Mi prima Licho me dijo un día, hará unos 15 o 20 años: “mientras más vieja más te pareces al Profe”. Quisiera! Por lo pronto espero no haberle fallado mucho.

Y ahora, habiendo tomado importantes decisiones, me voy a dormir!

10 de diciembre: variadito

Porque el plan era traer cajas con libros de la oficina, excepto que las cajas nunca me las llevaron; a cambio me traje mis tazas, mis discos, etc. Por lo mismo no me quedé mucho tiempo, apenas el necesario para conversar con María, la sobrina de Dulce, y ver cómo decoraban la DGSEU con cosas navideñas. Mientras hice acopio de lo que cupo en la bolsas, revisé mis mensajes (la computadora de la oficina, la “oficial” es horrible!) y hasta logré una cita urgente con Paulina para que me emparejara el pelo. Ser rió de mi porque siempre me ando trasquilando (nomás cuando me falta tiempo para ir a la peluquería ;)).

Y luego a surtir la despensa porque no tenía ni agua para el café. Lo mejor: encontré elotes blancos en el Calimax, para hacerle sus tamales al padre Agustín. Lo que no me gustó: cargar todo el triquero que traje de la oficina y el súper, subirlo al depa y guardar cada cosa. Pero lo logré. Y luego me puse a preparar el revoltijo para los tamales y la salsa que me compartió mi cuñada Cata, para las tortas. Sabe bien, pero no es exactamente como la del restaurante Flamingos de Tepic, y esa es la que quiero. Por aproximaciones y echando a perder lo lograré, al igual que el toque preciso de la pierna para el relleno de las mismas tortas.

Después de las 6 estuve con Ana Cristina y Daniel en lo del Encuentro Tijuana. Los acuerdos con ellos se logran muy fácilmente, ahora hay que ponerse a trabajar. Otra cosa es la organización del festejo que Gabby y algunas otras de mis sobrinas quieren hacer para mi mamá; a su llamado solamente respondimos algunos y no hay manera de lograr consenso ni en la fecha ni en el lugar ni en el número de asistentes, etc. Será lo que ellos digan, yo ya dije que los apoyo en lo que quieran.

Por lo pronto me iré a dormir. Mañana desayunaremos entre amigas!